lunes, 7 de noviembre de 2011

Débil

Final
El transcurso ha sido largo, tenemos dos días sin comer solo nos han brindado agua. Todos estamos muy agotados, la camioneta donde viajamos es demasiado pequeña, y somos muchos abordo.
Algunos ya se desmayaron a causa del calor y la falta de alimento. También tenemos prohibido hablar entre nosotros. Este trato es inhumano pero que podemos hacer.
Ninguno de nosotros  sabemos en realidad donde nos llevan,  se suponía que a trabajar a unas fabricas, pero ahora como están las cosas, no sabemos verdadera que va a pasar con nosotros.
Alejandra por ahora está dormida, y así ha estado la mayor parte del tiempo. Supongo que prefiere estar durmiendo, que estar despierta y ver nuestra terrible realidad.
El viaje ha sido largo, y parecé que nunca se va a terminar. No sé en realidad adónde estamos; la camioneta no tiene ninguna ventana, por lo tanto, no sé qué está ocurriendo en el país.
Por un momento estuve recordando todo lo que había vivido, me puse muy nostálgica; creí que mi vida se estaba acabando y que ya no tenía futuro.
Los últimos días había tenido la fe de poder huir, o de que todo lo que estaba ocurriendo no fuera verdad, pero ahora todo ese optimismo, ya no lo tenía, estaba demasiado débil y ya no quería pensar más en alguna solución; me había resignado. A lo mejor me rendí demasiado pronto, pero no, simplemente no había opción era imposible huir de esto.
De repente escuche que la puerta de la camioneta se abría;  vi otra vez la luz del sol, aunque me lastimo demasiado mis ojos.
En la puerta estaba un policía, era demasiado joven a comparación de los otros. Traía una bolsa muy grande, de la cual saco unas tortas y bruscamente no las aventó,  y de inmediato cerró la camioneta.
Alejandra ya se había despertado, tomamos una torta cada quien. Pero me sorprendió que ella no comiera. Al verla con detalle, me di cuenta que tenía las manos temblorosas  y el rostro pálido. Le pregunte si se sentía mal, me respondió que sí y me comento que la razón era; porque el policía que nos trajo las tortas era Víctor su ex novio.
 Pero ya no me pudo decir más,  ya que no podíamos hablar mucho, porque si se daban cuenta nos iría muy mal. Ahora entendía porque estaba así, pero creí que había una posibilidad, muy remota, de que Víctor nos ayudará.


1 comentario:

  1. Buena entrada. Te recomiendo que unas tus párrafos para que haya mas coherencia en el texto

    ResponderEliminar